Es un triunfo superar la operación

Domingo por la noche, y me dispongo a ver Operación Triunfo. El concepto que tiene Gestmusic de la música y como una tele pública hacía negocio con ello me dio arcadas en las 3 primeras ediciones, y cuando ganaron los socialistas el programa fue eliminado de la parrilla de TVE. El año pasado se recuperó para Telecinco, que le dió ese toque culebrón marca de la casa que enganchó a todo el mundo (Sobretodo: ¿como una tia tan rematadamente mala como Idaira llegó a ser casi finalista?) y que llegó a su momento cumbre este verano con el Poyeya. Este año ha vuelto y tengo que reconocer que este año si que veré el concurso: el jurado me lo pone fácil. (Ver primer video)

"Si al menos van a ser prototipos del marketing en potencia, vamos a hacerlos sufrir". Esta es la filosofía de Risto (O Hristo), un borde de campeonato que a mi personalmente me encanta, porque además de contrarrestar la mala fama de Noemi Galera, el tio critica a los concursantes soltando la pura esencia del concurso: Si de mi dependiese te ibas fuera y No me pareces un producto vendible. Seamos sinceros, el que mira OT no va a pedir un Javier Alvarez, Morrisey o un Marc Parrot, va a pedir un cantante sin personalidad y fácilmente moldeable. Así que el jurado ha acertado de pleno con lo que quería Gestmusic y Telecinco. Por lo demás, el concurso tiene los mismos concursantes de siempre: un llorica, una sorda... cantan temas de antiguos y de los 40 principales... y solo saben hacer pop y flamenqueo. Lo de todos los años.

Así que dejo este post con un video de Javier Alvarez (Ver arriba) que dice unas cuantas verdades del concurso de marras, y hasta otra. De todas formas os advierto que no servirá de nada no verlo: nos van a bombardear con sus putas canciones en los bares y las radios...